Hace unos días tuve un encuentro especial. Una cita con alguien que conocía muy bien pero que, al mismo tiempo, me pareció una completa extraña: mi yo antes de ser mamá.

Nunca imaginé cuánto cambiarían mis prioridades, mis conversaciones y hasta mi forma de ver la vida. Pero ahí estábamos, frente a frente, con dos realidades tan distintas y, sin embargo, unidas por el mismo camino.

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👩🏼 Ella llegó temprano, unos cinco minutos antes.
👩🏽‍🦱 Yo llegué un poco tarde.

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👩🏼 Ella vestía un pantalón de mezclilla, botas y llevaba el cabello limpio, rubio, suelto y lacio. Sus uñas acrílicas parecían recién hechas y, aunque su maquillaje no era el mejor, al menos se tomó el tiempo de aplicarlo.
👩🏽‍🦱 Yo llevé un vestido cómodo, tenis, una cola en el cabello sin pintar (mitad negro, mitad rubio), mis uñas eran cortas y sin esmalte. Pero al menos mi maquillaje, aunque sencillo, estaba más trabajado.

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👩🏼 Ella pidió una cerveza Heineken y unas alitas.
👩🏽‍🦱 Yo pedí un chocolate blanco y un croissant.
(No sé en qué lugar encontramos ambas cosas, pero supongo que era un sitio especial para nosotras, jeje).

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👩🏼 Empezó a hablarme de su trabajo, de las nuevas tecnologías que estaba aprendiendo. Me contó cómo su stack de conocimientos había crecido: ya no solo desarrollaba software, ahora también dominaba la nube, CI/CD e infraestructura.
👩🏽‍🦱 Yo quería hablar de crianza respetuosa, lactancia, alimentación complementaria, rutinas de sueño…
(A mí me alegraba lo que ella me decía, pero ella no entendía por qué no le hablaba mejor sobre las ventajas de usar un framework u otro. Le parecía que mis temas eran aburridos).

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👩🏼 Me preguntó si habíamos encontrado el amor. Si en verdad se sentía tan bien como ella imaginaba, pero dudaba si realmente encontraría la felicidad de esa forma.
👩🏽‍🦱 Me reí y la miré con ternura. Le dije que no se preocupara, que el amor de su vida siempre había estado a su lado. Solo necesitaban madurar un poco más los dos para entenderlo.

(Le advertí que habría días difíciles, momentos en los que la relación se pondría a prueba con el postparto y con un bebé. Pero también le aseguré que sería la mejor decisión que podría tomar. Y que lo reafirmaría mil veces cuando viera a su niña jugando y siendo tan feliz con él, cuando viera en el papá y esposo que se habia convertido).

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👩🏼 Me contó sobre sus planes y metas a futuro, sobre las certificaciones que quería obtener y el puesto que aspiraba alcanzar.
👩🏽‍🦱 Le sonreí y le dije que yo también seguía teniendo metas, pero ahora con un matiz diferente. Ya no solo pensaba en crecer profesionalmente, sino en estabilidad, en cómo balancear lo que amo con el tiempo que paso con mi familia.

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👩🏼 Me habló de los problemas de su familia en Cuba y de lo que hacía para ayudarlos.
👩🏽‍🦱 Le conté que ahora mi mamá estaba conmigo, que sin ella todo sería más difícil. Pero que, tras muchos intentos, aún no había logrado traer a mi papá.
(Y claro, mi familia seguía siendo importante, pero ahora el centro de mis pensamientos era una personita pequeña. Jamás habría creído que algo tan común como una gripe pudiera asustarme tanto).

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👩🏼 Me dijo que aún le costaba abrirse y mostrar sus emociones, que prefería ser fuerte y práctica.
👩🏽‍🦱 Yo le conté que la maternidad me había hecho más vulnerable, que ahora lloraba con facilidad, pero que también entendí que ser fuerte no es ocultar lo que sientes, sino permitirte sentir.

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👩🏼 Me comentó que dormía poco porque estaba enfocada en su trabajo y en sus proyectos, pero que siempre lograba compensarlo con un fin de semana de descanso.
👩🏽‍🦱 Me reí porque ahora dormir era un lujo. No siempre podía recuperar el cansancio, pero esos despertares a medianoche tenían un propósito que nunca imaginé.

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👩🏼 Me preguntó si aún dedicábamos tiempo a aprender cosas nuevas.
👩🏽‍🦱 Le dije que sí, pero nuestros intereses habían cambiado.
(Antes buscábamos mejorar nuestras habilidades técnicas, ahora aprendemos sobre crianza, maternidad y salud infantil. Mi TikTok ya no está lleno de trends de baile ni canciones pegajosas, sino de psicólogos, pediatras y consejos que realmente me importan. Ya no grabamos challenges, sino momentos con mi niña o viajes familiares).

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👩🏽‍🦱 Finalmente, le dije que debía irme.
Mencioné que al día siguiente tendría mi segunda cesárea y estaba ansiosa por recibir a mi segundo bebé. Me preocupaba cómo manejaría mi tiempo entre una toddler y un recién nacido, pero también estaba emocionada por esta nueva etapa.
Ella, con una sonrisa nostálgica, me dijo que también tenía algo importante al día siguiente: un deploy productivo que ya había planificado con todo detalle, pero quería repasar ciertas cosas.

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👩🏽‍🦱 Antes de irse, me miró fijamente y preguntó:
— ¿Eres feliz?
Me quedé en silencio por un momento, mirando mi taza de chocolate blanco. Luego levanté la vista y sonreí.
— Sí, soy inmensamente feliz. No podría volver a ser quien fui antes, porque cada cambio, cada renuncia y cada nuevo aprendizaje me han llevado hasta aquí, a la vida que amo y que elegí. Pero en unos años, sé que seguiré evolucionando, convirtiéndome en una nueva versión de mí misma, una que llevará consigo lo mejor de quien fui y de quien soy hoy.