La lactancia materna es uno de los procesos más naturales, pero también puede ser uno de los más desafiantes para una mamá. A menudo se nos dice que amamantar es instintivo, que el bebé sabrá cómo hacerlo y que todo fluirá de manera sencilla. Pero la realidad es que muchas mamás enfrentamos dificultades al inicio, dudas sobre nuestra producción de leche y, en algunos casos, presión externa que nos hace sentir que no lo estamos haciendo bien. Es importante abordar la lactancia materna sin presiones para asegurar el bienestar tanto de la madre como del bebé.

Este artículo no es para decirte que la lactancia debe ser perfecta, sino para ayudarte a encontrar herramientas que la hagan más llevadera y libre de presiones innecesarias. Si estás por iniciar este camino o quieres mejorar tu experiencia, aquí encontrarás información clave para lograrlo.

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Expectativas reales sobre la lactancia

Uno de los primeros pasos para tener una lactancia más fácil es ajustar nuestras expectativas. Aunque hay mujeres que logran amamantar sin complicaciones desde el inicio, para muchas otras (y me incluyo) el proceso no es tan simple.

• Los primeros días pueden ser retadores: La subida de leche no ocurre inmediatamente después del parto, sino entre los días 2 y 5. Antes de eso, el bebé se alimenta de calostro, que es suficiente aunque no lo parezca. Es normal que parezca que el bebé quiere estar pegado todo el tiempo al pecho, esto ayuda a estimular la producción.

• El dolor inicial y cómo manejarlo: Aunque la lactancia no debería doler, muchas mamás sienten molestias al principio. El dolor puede deberse a un mal agarre o a que el bebé aún está aprendiendo. Ajustar la postura, verificar que el bebé abra bien la boca y usar lanolina o cremas seguras para los pezones puede hacer la diferencia.

• Normalizando las dificultades: Es común que los primeros días vengan con dudas, llanto y cansancio extremo. No significa que lo estés haciendo mal, sino que tu cuerpo y tu bebé están adaptándose.

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Consejos para una lactancia exitosa

Una lactancia exitosa se basa en la combinación de información, práctica y apoyo. A continuación, te comparto algunos consejos clave:

1. Asegura un buen agarre

Un agarre correcto es fundamental para evitar molestias y garantizar que tu bebé reciba suficiente leche. Para lograrlo:

• Posiciona al bebé adecuadamente: Su cabeza y cuerpo deben estar alineados, con la nariz a la altura de tu pezón.
• Estimula la apertura de la boca: Rozando suavemente el labio superior de tu bebé con el pezón, animándolo a abrir bien la boca.
• Acerca al bebé al pecho: Cuando su boca esté bien abierta, acerca al bebé rápidamente al pecho, asegurando que tome una buena porción de la areola, no solo el pezón.

Para visualizar mejor esta técnica, te recomiendo el siguiente video:

2. Explora diferentes posiciones para amamantar

Encontrar la posición adecuada puede marcar una gran diferencia en tu comodidad y en la eficacia de la alimentación. Algunas posiciones comunes incluyen:

• Posición de cuna: Sostienes al bebé con el brazo del mismo lado del pecho que está mamando.
• Posición de balón de fútbol: El bebé se coloca bajo tu brazo, apoyado en una almohada, ideal para madres que han tenido cesárea.
• Posición acostada de lado: Ambos, tú y tu bebé, se acuestan de lado, frente a frente, lo que puede ser cómodo para las tomas nocturnas.

Para una demostración práctica de estas posiciones, puedes ver el siguiente video:

3. Cuida tus pezones

Es común experimentar sensibilidad en los pezones durante los primeros días de lactancia. Para minimizar las molestias:

• Verifica siempre el agarre: Un mal agarre suele ser la causa principal del dolor.
• Mantén los pezones secos: Después de cada toma, deja que tus pezones se sequen al aire.
• Utiliza cremas específicas: Aplicar lanolina pura puede ayudar a mantener la piel hidratada y promover la cicatrización.

4. Busca apoyo cuando lo necesites

No dudes en acudir a profesionales de la salud, consultoras de lactancia o grupos de apoyo si enfrentas dificultades. Compartir experiencias y recibir orientación puede ser de gran ayuda.

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Retos comunes y cómo superarlos

A lo largo de la lactancia pueden surgir dificultades. Conocerlas de antemano te ayudará a manejarlas con más confianza.

Crisis de lactancia: Qué son y cómo manejarlas

Las crisis o brotes de crecimiento son momentos en los que el bebé parece estar más irritable y querer mamar todo el tiempo. Suelen ocurrir alrededor de las semanas 3 y 6, y luego a los 3 y 6 meses. Aunque pueden ser agotadoras, son normales y temporales. Lo mejor que puedes hacer es ofrecer el pecho a demanda y confiar en tu producción de leche.

¿Está comiendo lo suficiente?

Muchas mamás dudamos sobre si nuestro bebé realmente está recibiendo suficiente leche. Algunas señales de que todo va bien incluyen:
El bebé moja al menos 6 pañales al día con orina clara.
Su peso aumenta de manera adecuada (aunque puede perder un poco los primeros días).
Se ve satisfecho después de mamar.

Si tu bebé no cumple con estos signos, es importante consultar con un pediatra o asesora de lactancia.

Uso de sacaleches y almacenamiento

Si necesitas extraer leche, ya sea para volver al trabajo o por comodidad, es bueno conocer las mejores prácticas:

Usa un sacaleches adecuado: La extracción no debe ser dolorosa, ajusta la succión según tu comodidad.
Almacena correctamente: La leche materna dura hasta 4 horas a temperatura ambiente, 4 días en la nevera y hasta 6 meses en el congelador.
No mezcles leche a diferente temperatura: Si extraes leche en distintos momentos del día y quieres juntarlas en un mismo recipiente, primero enfría la leche recién extraída en la nevera por al menos 30-60 minutos. Solo cuando ambas estén a la misma temperatura, puedes mezclarlas. Nunca agregues leche recién sacada sobre leche fría o congelada, ya que esto puede afectar su calidad.

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Lactancia sin culpa ni presiones

La lactancia es una experiencia única para cada mamá y no debería convertirse en una fuente de estrés o culpa.

• El apoyo del entorno es clave: Tener una red de apoyo hace la diferencia. Habla con tu pareja, familiares y amigos sobre cómo pueden ayudarte, ya sea apoyando con las tareas del hogar o simplemente brindándote palabras de aliento.
• Escuchar a tu cuerpo y a tu bebé: No hay una única manera de hacer las cosas bien. Algunas mamás logran lactancia exclusiva, otras combinan con fórmula, algunas amamantan por años y otras no pueden hacerlo. Todas esas experiencias son válidas.
• Aceptar que la lactancia no es para siempre: A veces nos aferramos a la idea de amamantar a toda costa, pero hay circunstancias en las que el destete o la alimentación mixta pueden ser la mejor opción para el bienestar de mamá y bebé.

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Mi experiencia con la lactancia: de la inseguridad a la confianza

Cuando estaba embarazada de mi primera bebé, creía que la lactancia sería algo natural, casi automático. Sabía la importancia de la lactancia materna exclusiva (LME) y estaba dispuesta a lograrla. Me preparé viendo videos, leyendo sobre el tema y repitiéndome que debía confiar en mi cuerpo. Escuchaba una y otra vez que el peor error era dudar de mi capacidad para alimentar a mi bebé y que no debía recurrir a la fórmula por inseguridad.

Pero cuando llegó el momento real, esa seguridad se desmoronó. Desde el inicio sentí que no era suficiente, que mi bebé necesitaba más de lo que yo podía darle. Aunque luché mucho por mi lactancia, usando extractores y tratando de mantener mi producción, terminé haciendo una lactancia mixta. Y durante mucho tiempo, me culpé por ello.

Esta segunda vez, sin embargo, me siento diferente. Voy con una mentalidad más positiva, con la intención firme de lograr una lactancia materna exclusiva, pero también con la tranquilidad de saber que, si necesito complementar con fórmula, lo haré sin remordimientos ni culpas. Intentaré al máximo que funcione, pero sin la presión de sentir que debo hacerlo “perfecto”.

Este post, como muchos otros que escribo, es también para mí. Para volver a estudiar el tema, para releer a los expertos, para prepararme mejor. Y si hay alguna mamá que, como yo, no logra la lactancia materna exclusiva al 100%, quiero que sepa que no está sola y que no debe sentirse mal por ello.

Al menos esta vez ya no empiezo con miedo. Ahora sé lo que es un buen agarre y las mejores posiciones para amamantar, no solo porque lo vi en videos, sino porque lo viví. Sé que la lactancia es mucho más que alimento: es calma, es apego, es la manera en la que muchos bebés duermen y se tranquilizan. También sé que no me dará miedo cargar a un recién nacido como la primera vez, y menos aún ofrecerle el pecho. Por eso, tengo fe en que esta vez será mejor.

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La lactancia materna no es una experiencia universalmente perfecta. Es un proceso de adaptación que puede estar lleno de altibajos, pero con la información y el apoyo adecuados, puede volverse más fácil y menos estresante. No te compares, no te exijas más de lo necesario y recuerda que lo más importante es el bienestar tanto de tu bebé como el tuyo.

Si alguna vez te sientes abrumada, busca ayuda, confía en tu instinto y recuerda: lo estás haciendo bien.

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Referencias

1. UNICEF. (s.f.). Claves para una lactancia materna exitosa. Recuperado de https://www.unicef.org/venezuela/historias/claves-para-una-lactancia-materna-exitosa
2. Asociación Española de Pediatría (AEP). (s.f.). Recomendaciones sobre lactancia materna. Recuperado de https://www.aeped.es/comite-nutricion-y-lactancia-materna/lactancia-materna/documentos/recomendaciones-sobre-lactancia-materna
3. WIC Breastfeeding Support (USDA). (s.f.). Desafíos frecuentes durante la lactancia materna. Recuperado de https://wicbreastfeeding.fns.usda.gov/es/desafios-frecuentes-durante-la-lactancia-materna
4. Gobierno de México (ISSSTE). (s.f.). Tips de lactancia materna. Recuperado de https://www.gob.mx/issste/articulos/tips-de-lactancia-materna
5. Natalben. (s.f.). Problemas de la lactancia materna: prevención y soluciones. Recuperado de https://www.natalben.com/despues-del-embarazo/problemas-lactancia-prevencion-soluciones

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